Vitamina A: Presente en el hígado, la yema de huevo, la
mantequilla, la crema de leche, los productos lácteos, los vegetales de color verde, amarillos y naranjas, y las frutas de esos mismos colores. También la industria nos ayuda al fortificar los cereales para el desayuno y la leche con esta vitamina. Se destruye gradualmente por exposición al aire, el calor y la desecación y más rápido a temperaturas elevadas. Esta vitamina sirve para mantener
la función de la piel, los huesos, las mucosas y la visión. Si hay deficiencia, se presenta piel áspera y seca, problemas en la visión nocturna y mucosas resecas, entre otros efectos.
Vitamina D: La encontramos en la leche y los cereales para
el desayuno fortificados. Y en menor cantidad en la mantequilla, la yema de huevo, el hígado, el salmón, las sardinas, el atún y otros pescados grasos. Es estable al calor, el envejecimiento y el almacenamiento. La vitamina D es importante en la absorción y utilización de minerales como el calcio y el fósforo en la formación de los huesos. Su deficiencia produce raquitismo, pérdida de la dureza de los huesos, piernas arqueadas, problemas dentales y otras deformidades esqueléticas.
Vitamina E: Está en el famoso germen de trigo, que siempre les recomiendo consumir. ambién en verduras de hojas, aceites vegetales, yema de huevo, menestras y maní. Es estable a los métodos de manufactura de los alimentos, pero se destruye cuando estos se vuelven rancios. Su función es proteger las estructuras de las células. Cuando hay deficiencia, se produce un aumento de la destrucción de los glóbulos rojos, anemia y edema, entre otros.
EN 1912 SE HABLÓ DE VITAMINAS POR PRIMERA VEZ. SE NECESITÓ 20 AÑOS PARA DESCUBRIR LAS 13 QUE HOY CONOCEMOS.
Vitamina K: Se halla en la coliflor, las espinacas, las verduras de hojas, el hígado de res y los aceites vegetales. Es estable al calor, la luz y la exposición al aire. Esta vitamina se necesita para la formación de la protrombina, sustancia que interviene en la coagulación de la sangre. Por eso, las personas que toman anticoagulantes deben regular su alimentación con vitamina K para no provocar un efecto adverso. Cuando hay deficiencia de esta, se presenta una baja concentración de los factores de la coagulación y, en consecuencia, aumenta el tiempo de coagulación de la sangre. Estas cuatro vitaminas pertenecen al grupo de las liposolubles (solubles en grasa). Como ven, la gran mayoría de alimentos en los que las encontramos es rica en grasa. La próxima columna conocerán otras vitaminas no menos famosas que estas.
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